MEMORIA
Marco conceptual
En el marco de los festejos del Bicentenario del país, el Gobierno Nacional plantea un escenario geopolítico regional que da cuenta de la generación de un nuevo paradigma donde se reconocen como vectores fundamentales al impulso del crecimiento económico con soberanía política, asentado en el proceso de integración regional como plataforma de inclusión en la economía global y la implementación de políticas que promuevan procesos de desarrollo sostenible, lo cual sintetiza los conceptos de equidad social y sustentabilidad ambiental de los territorios nacionales. La nueva organización territorial planteada por el Gobierno Nacional en un Plan Estratégico Territorial denominado “1816-2016 Argentina del Bicentenario” sirve como base de reflexión y como herramienta para la construcción de un proyecto de país sólido que represente a su población. Como todo plan, sin duda busca anticipar las demandas de inversión en el territorio, por lo que éstas se irán ponderando y ajustando de acuerdo a las acciones concretas que se promuevan, desde el sector público o privado, debatiendo y trabajando en conjunto.
Las diferencias y los desequilibrios territoriales en nuestro país no son producto del azar o de un cambio repentino, sino que responden a un proceso de formación histórica. Por ello, el rescate de la planificación como el instrumento indispensable en el camino hacia una Argentina equilibrada e integrada, sustentable en lo ambiental y socialmente justa, posibilita el planteo de un ícono que toma la dirección de los vectores adoptados buscando superar las diferencias y los desequilibrios.
Dentro del territorio nacional, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires califica su organización territorial actual sobre la base de lineamientos estratégicos que apuntan al logro de un modelo de ciudad integrada, policéntrica, plural, saludable y diversa. En esta dirección se tienen en cuenta, para la producción de una arquitectura y un urbanismo que aporten a las ideas locales y de otras macro escalas, los lineamientos estratégicos e iniciativas priorizadas por la ciudad y las estrategias para ordenar el sistema de transporte de pasajeros y cargas, específicamente la de la construcción de un puerto de pasajeros en Dársena Norte.
Luego nos preguntamos ¿cuál es el objeto de la arquitectura? y coincidimos con Mendes Da Rocha para quién es la ciudad de todos; la ciudad para todos. La ciudad de todos, no como asunto colectivo, sino como la ciudad en la que uno pueda al fin estar solo, pero considerando que uno sólo puede estar en verdad solo si está realmente con los otros. Pero como argumenta Manuel Castells (1997), tanto el espacio como el tiempo han sido transformados bajo el efecto combinado del paradigma de la tecnología de la información y de las formas y procesos sociales inducidos por el actual proceso de cambio histórico. Por ello, la tendencia dominante apunta hacia un horizonte de un espacio de flujos interconectado y ahistórico, que pretende imponer su lógica sobre lugares dispersos y segmentados, cada vez menos relacionados entre sí y cada vez menos capaces de compartir códigos culturales, donde el soporte material de los procesos dominantes de nuestras sociedades será el conjunto de elementos que sostengan esos flujos y hagan materialmente posibles su articulación en un tiempo simultáneo.
La ciudad global no es un lugar sino un proceso y el proyecto busca insertarse como un lugar-fragmento que permita la construcción de interconexiones fuertes entre espacio público, privado, ciudad, país y región. Entendemos el actual proceso de transformación como una conexión entre la dinámica local y global (glocal) donde lo local gana en significado porque debe participar en un sin número de lugares en la competencia global por los recursos. Así se asume el desafío de resolver problemas en el territorio concreto sin interrumpir los intercambios globales, atendiendo a la exigencia de movilidad y a la energía de los flujos (físicos y de información) sin perder de vista la necesidad imperiosa de resolver otras cuestiones urbanas básicas funcionales y ambientales.
Nuestra propuesta
Se desarrolla una arquitectura como construcción territorial que se transforma, para poder organizar y producir las nuevas espacialidades topográficas y topológicas, y tiene como fundamentos de expansión la heterogeneidad de usos y la espacialidad híbrida. Por ello, en lo local existe la continuidad donde los objetos se relacionan a través de la cercanía; y en lo global lo que predomina es la relación vincular nodo a nodo.
Hablar de arquitectura y sustentabilidad hoy resulta redundante. Por ello, en la búsqueda de una sustentabilidad física y social como elemento intrínseco a la arquitectura se incorpora a lo "espacialmente híbrido" casi como una imposición contractual programática. En el proyecto lo sustentable está dentro de la arquitectura y no como un calificativo externo, y este no es un desafío que se pueda encarar sólo desde lo técnico sino que lo sustentable debe ser incorporado al lenguaje arquitectónico como algo intrínseco a este y no como artefactos adosados a la arquitectura y pensados fuera de nuestro ámbito.
En los términos específicos de nuestra propuesta, dentro del marco institucional y conceptual ya mencionado, consideramos necesario adoptar una estrategia proyectual sistémica que permitiera desplegar sobre el terreno existente una topografía artificial cuyo objetivo primario es albergar un parque público como nexo entre la ciudad y el río. Este “manto topográfico” compuesto por un sistema de cintas moduladas que en la superficie contiene diversos usos recreativos de carácter público, actúa como cerramiento horizontal y ordenador de un subsistema programático de usos privados y semipúblicos, como la Terminal Portuaria Internacional de Pasajeros (considerada en el Plan Estratégico del Bicentenario), el Estadio Multipropósito (Domo del Bicentenario), el Hotel Internacional y un edificio de oficinas, entre otros usos secundarios que vinculan estos programas, como áreas de servicios gastronómicos, comercios, etc. Por otra parte, se complementa con las preexistencias del Hotel de Inmigrantes y del Astillero, que en nuestra propuesta se vinculan para ser refuncionalizados como Museo de la Cultura Argentina.
Esta heterogeneidad de usos simultáneos equilibrada en una espacialidad híbrida en la que la alternancia continua de sectores públicos, semipúblicos y privados sugiere la interacción entre visitantes extranjeros y locales sin jerarquizaciones espaciales particulares, privilegiando el gran parque público y el acceso al río cómo ámbito colectivo de integración.
El proyecto, la arquitectura, pensado como lugar de la ciudad pero también como contenedor de lugares con una variabilidad funcional que está dada por la concentración temporal, la intensidad de uso, la permeabilidad urbana y global, la unificación del espacio público y la variación de usos específicos, que determinan espacios pensados como nodos de lo local y de lo global a la vez.
Los subsistemas espacial y funcional se complementan por un subsistema energético que integra baterías de paneles fotovoltaicos y generadores eólicos dispersos sobre la topografía como elementos integrados al paisaje.
Desde lo urbanístico, el sistema del parque se integra con su entorno inmediato (Retiro, Plaza San Martín y Catalinas Norte) a través de puentes. Asimismo, la propuesta contempla un parque lineal en la zona que hoy ocupa Empalme Norte, manteniendo la autopista ribereña, el tranvía y algunas vías de FFCC de intercambio. Este parque funciona como nexo con el área del edificio del Correo y Plaza de Mayo.
Consideramos que un ícono que represente al Bicentenario de la República Argentina debe poseer ciertas características que lo distingan como símbolo en el que se sientan representados todos los argentinos, no sólo los porteños. La ondulante topografía dispuesta sobre el territorio, preponderantemente horizontal, como metáfora espacial de la equidad social que esperamos para nuestro país se transforma en una propuesta iconográfica cuyo objetivo es que no sólo sea reconocible como imagen sino que también sea vivencial a través de los usos propuestos y que funcione como lugar de encuentro de culturas.
Equipo: Arqs.: Leandro Tomás Costa, Juan Pablo Negro, Agnese Lozupone, Hernan Schikler, Federico Eliaschev, Javier Waisman, Carolina Selener y Martin Motta