IDENTIDAD Y PROYECTO
“Por identidad, en lo
referente a los procesos sociales, entiendo el proceso de construcción del
sentido atendiendo a un atributo cultural, o un conjunto relacionado de
atributos culturales, al que se da prioridad sobre el resto de las fuentes de
sentido. Para un individuo determinado o un actor colectivo puede haber una
pluralidad de identidades.” Manuel Castells. La Era de la Información – Volumen
II-. Pág. 28.
En la Era de la Información[1],
como régimen de mutación técnica continua, cabe preguntarse sobre la incidencia
de dicho régimen, respecto de las identidades constitutivas de los actores
sociales, como destinatarios y participes del Proyecto Urbano y Arquitectónico.
El proyecto no parece posible, por lo pronto,
sin aproximarse a un sujeto condicionante. Nos preguntamos entonces por su
identidad, es decir que nos proponemos identificarlo. Sea para afirmarlo, como
para anularlo, lo cierto es que no podemos escapar de él. ¿Pero quién es él?
¿Es un individuo, es un grupo, es un Humano? El proyecto como resultado de la
dialéctica entre sujeto y objeto, se disgrega al pensar la Identidad de tal
sujeto.
Identidad tiene su raíz en el latín identitas, y esta a su vez en Idem, que significa Lo mismo. Así en expresiones como Semper Idem (Siempre lo mismo) o Ego ídem sum (Yo soy el mismo), podemos ubicar simultáneamente al
individuo y al grupo. Si el sujeto
deviene entre el individuo y Lo mismo, es decir un igual a otros, ¿Cómo podemos sintetizarlo
para tornarlo operativo al momento del proyecto? Cuando identificamos un sujeto
para un proyecto, sabemos que, en realidad, estamos no solo duplicando al
sujeto, en individuo y grupo, sino en un agenciamiento[2],
potencialmente infinito. Al momento de
proyectar la gran escala urbana y metropolitana nos encontramos entonces con un
problema realmente complejo.
El llamado Movimiento Moderno de la
arquitectura y el urbanismo, resolvió el problema encuadrándose en la idea de
un sujeto moderno universal, deudor de la metafísica clásica, posible de ser
proyectado, un sujeto hacia el cual los humanos debíamos progresar,
prácticamente de forma lineal, haciendo uso de todos los medios y capacidades
técnicas disponibles y en desarrollo.
Así un sujeto universal, así una
única identidad sintética y planificada, identidad que, las guerras y
revoluciones tecno-científicas y políticas fueron, desde siglo XX, torciendo y
disolviendo.
El sujeto universal en trance
decadente propició el resurgir del problema de la Identidad en la Cultura, en
el momento justo de la transformación del discurso acerca del Mundo, desde las
certidumbres modernas de la época de los Estados Nacionales, a las
incertidumbres de la Época de la Globalización y los flujos de información
transnacionales.
Posteriormente a la segunda
posguerra surge una nueva figura, la del Actor social, como aquel que realiza
acciones colectivas, en virtud de sus identidades, en un contexto a determinar.
De alguna manera el concepto de Actor, restablece algún nivel de certidumbre,
pero incorpora la complejidad del contexto, como un tercero para salir de la
dialéctica sujeto-objeto.
Los actores sociales tienen
contextos determinados, pero estos suelen no coincidir con los bordes y límites
del Estado-Nación. El Estado, como regulador de las identidades se ve superado
por la situación, debido a la simultaneidad de redes de identidad que lo
traspasan. En la actualidad dichas redes se ven ampliadas por las tecnologías
de la información y la comunicación, haciendo aún más difícil su control por
parte de las instituciones legitimadas por las naciones.
El sociólogo Manuel Castells, en su
Teoría de la Era de la Información, categoriza tres tipos de Identidades
sociales genéricas relacionadas entre sí, espacial y temporalmente. Las mismas
son: Identidad Legitimadora, Identidad
Resistencia e Identidad Proyecto.
Es admisible el cruce de estas
categorías, con las de Actor y Proyecto. Así podríamos hablar de Actores legitimadores, resistentes y
proyectuales, o de Proyectos legitimadores,
de resistencia, y de Proyectos como auténticas anticipaciones del futuro.
Del cruce se podrían inferir, no certidumbres totalizadoras, aunque
posiblemente arqueológicas, desde donde comenzar a tomar posición para el
proyecto.
Identidad Legitimadora – Los herederos del sujeto moderno.
“Identidad legitimadora: introducida por las instituciones
dominantes de la sociedad para extender y racionalizar su dominación frente a
los actores sociales, un tema central en la teoría de la autoridad y la dominación
de Sennett, pero que también se adecua a varias teorías del nacionalismo.”[3]
La Identidad Legitimadora deviene,
en gran medida, del Leviatán de Hobbes, del Estado-Nación que fue creado, en
principio, para evitar las guerras de religión y controlar la soberanía sobre
territorios y poblaciones[4].
En la actualidad más que limitar las guerras, las identidades legitimadoras las
propician, en una búsqueda desesperada de una identificación con el Poder, Identificación
puesta en crisis debido a la irrupción de la economía de la Globalización, las
tecnologías de la información desterritorializada y los actores resistentes al
poder establecido. Paradójicamente, la
Globalización en tanto gran ámbito para la reunión de un todo indiscriminado,
se comporta como una macro Identidad Supra-Estatal dominada por un solo Actor,
el mercado.
Los actores de la Identidad
Legitimadora son herederos del sujeto moderno, porque de forma análoga a este,
se encuentran disciplinados mediante diversas instituciones de poder, como los
medios masivos de información-comunicación, las redes productivas globales, y
diversas instituciones públicas que concentran su poder en facilitarle al
mercado la disciplina de las poblaciones, para garantizar el comercio del que
dependen los Estados.
Frente a la Globalización, algunos
actores sociales mayoritarios, suelen reaccionar –a los extremos-, según dos
opciones relativamente conservadoras, por un lado, con un cierto dejarse fluir
sin resistencia, un flotar sobre la marea de instrucciones del consumo y
desecho globales, por el otro, mediante
el reclamo de un retorno a un pasado de
control y estabilidad, que puede ser el del Leviatán perdido o el de un
supuesto pasado de relevancia cultural aún más remoto, previo al surgimiento de
los Estados Nacionales. Los actores dominantes, reclutan sujetos de ambos
extremos para fortalecerse en el contexto de la Globalización, utilizando las
tecnologías de la Era de la Información, como medios de enlace. Esto, por
supuesto, no es una contradicción, pues la Era de la Información forma un
multimundo englobado. Todos los enunciados, todas las contradicciones y
paradojas son posibles. Así es posible, por ejemplo, que China, un país
comunista, sea hoy uno de los principales inversores de la economía
global-capitalista.
Para Castells, toda Identidad
emergente, tiene como futuro el constituirse como Legitimada y legitimadora, en
definitiva una entidad es Legítima cuando se atiene a las leyes por esa misma
entidad instituidas. Cuando hablamos de Proyecto Legitimador, nos referimos a
planes y proyectos, urbanos y arquitectónicos, que fijan determinadas
instancias de dominación de los actores sociales, a través de los ámbitos y
entornos que comprenden sus hábitats. Son los proyectos para sustentar, más o menos disimuladamente, el statu quo, si es que es posible hoy
hablar de un estado, como aquello parado y fijo en un punto. Sin dudas esto no
es posible, el capitalismo es la globalización y el capital es movimiento, son
flujos continuos, pero dichos flujos contienen intereses. Esos intereses
legitimados son los que son celosamente cuidados.
Valen como ejemplos, los Proyectos
del Star System arquitectónico, que movilizan una gran industria de la moda y
el consumo, alrededor de unas pocas figuras instituidas, o los ejemplos
supuestamente contrarios según proyectos con premisas más o menos
regionalistas, o nacional-localistas.
En realidad, es dudosa la
calificación de Proyecto respecto de estos ejemplos. Si entendemos por
proyecto, una anticipación definida colectivamente, el primer ejemplo recae en
la idea del genio creador que mira de sí mismo a los demás, para volver
finalmente su mirada siempre a si, y el segundo ejemplo responde, en el mejor
de los casos, a una mirada nostálgica hacia un pasado más o menos reciente, idealizado.
Identidad Resistencia – Los actores de las nuevas identidades
transnacionales.
“Identidad de resistencia: generada por aquellos actores que se
encuentran en posiciones/condiciones devaluadas o estigmatizadas por la lógica
de la dominación, por lo que construyen trincheras de resistencia y
supervivencia basándose en principios diferentes u opuestos a los que impregnan
las instituciones de la sociedad, como Calhoun propone cuando explica el
surgimiento de las políticas de identidad."[5]
Siguiendo el pensamiento de
Castells, podríamos decir que muchas de las Identidades Legitimadoras actuales,
comenzaron siendo resistentes a situaciones adversas. Pensemos sino en la clase
burguesa y su lucha fundante para instaurarse como transformadora del orden político-económico.
Imaginemos a los revolucionarios franceses, burgueses apoyados y aliados a
grupos populares diversos, resistiendo primero en sus barricadas desde el año
1789, y luego en sus primeras instituciones, hasta el golpe de Napoleón
Bonaparte del año 1799.
Es también con la Revolución
Francesa que el sujeto se hace Hombre Universal, no obstante europeo. El sujeto
moderno y universal promovió libertades necesarias aunque también dominó, durante
más de 200 años, a identidades desemejantes, como los sujetos de culturas no
europeas, los sujetos considerados diferentes de las mismas culturas europeas, y
también a los entes no humanos de la llamada Naturaleza. De la naturaleza, el
sujeto moderno ha sabido extraer sus energías para ponerlas a su servicio, sin
anticipar las consecuencias que hoy vemos con claridad.
El sujeto moderno dominante, generó resistencias
en los diversos planos de su actuación, el cultural, el económico, el político,
el sexual, el ecológico, etc. Así es que
los actores de resistencia se caracterizan por la lucha respecto de un control
sin dominación, de cuerpos y naturalezas, respecto de dichos planos. Estos
actores, por ejemplo, las feministas, los ecologistas, los grupos libertarios
de todas las clases, reconocen filiaciones territoriales, tanto locales, como
globales.
El flujo, entre local y global, define
a estos grupos de resistencia, pues en general son para-estatales, aunque
también el mismo Estado Nación, en varias regiones de la globalidad, ha debido
resistir y defender algunas de las conquistas sociales, del embate de diversos
actores del poder global que buscan seguir explotando al planeta, a los humanos
y a los no humanos, indiscriminadamente. Respecto de la defensa del planeta, y
de los no-humanos, es interesante como los actores involucrados en dicha
defensa, ecologistas y ecólogos principalmente, se han convertido en la voz de
los sin voz humana.
La tecnología es tanto una aliada
como una enemiga de los actores de la Identidad de Resistencia, pues hace
visibles sus reclamos, pero también los incluye en el meta- discurso de las
redes tecnológicas de información, constituidas por corporaciones dominantes.
Los grupos de Hackers piratas, por ejemplo, son tentados rápidamente por las
mismas empresas de alta tecnología de la información, a las que suelen
complicar, para que luchen de su parte. Los entramados corporativos de la Era
de la Información tienen el tamaño del Planeta tierra y el poder sobre las
voluntades de grandes masas humanas.
El Proyecto como Resistencia, en la
Arquitectura y el Urbanismo, se caracteriza por el establecimiento de
estratagemas para su existencia, entendiendo por estratagemas a un tipo de
estrategia que se vale de cierto engaño, cierto situarse entre los intersticios
del poder, para concretar las ‘barricadas’. Podemos presentarlos sintéticamente
conforme dos escalas genéricas. Una escala macro, de los itinerarios urbanos de
las resistencias, como por ejemplo, las visiones urbano-arquitectónicas y
artísticas de los Situacionistas, con Constant al frente de las
materializaciones y Guy Debord en la teoría –aún vigente-, y una escala micro,
como es el caso del desarrollo de viviendas colectivas evolutivas de Elemental
Chile –Alejandro Aravena, o las acciones de Arquitectura auto-gestionada y nómade
de A77 -Lucas Gilardi y Gustavo Diéguez-, Arquitectura que coincide con los
postulados situacionistas y los actualiza desde la condición local de la Ciudad
de Buenos Aires, como contexto cultural.
El Actor de Resistencia tiene en si
el germen de la Identidad Proyecto, posiblemente no exista otro que lo pueda
tener, pero suele tropezar con el mismo discurso dialectico - dominantes vs
resistentes- que les da sentido. El
Actor de la Identidad Resistente, deviene Actor de la Identidad Proyecto cuando
logra anticipar un devenir superador del entorno que los domina, de manera de
generar las premisas para sus propios entornos.
Identidad Proyecto – IDENTIDAD RED.
“Identidad
proyecto: cuando los actores sociales,
basándose en los materiales culturales de que disponen, construyen una nueva
identidad que redefine su posición en la sociedad y, al hacerlo, buscan la
transformación de toda la estructura social. Es el caso, por ejemplo, de las
feministas cuando salen de las trincheras de resistencia de la identidad y los
derechos de las mujeres para desafiar al patriarcado y, por lo tanto, a la
familia patriarcal y a toda la estructura de producción, reproducción,
sexualidad y personalidad sobre la que nuestras sociedades se han basado a lo
largo de la historia.” [6]
La Identidad Proyecto, es también heredera de
la Modernidad, en tanto pone en el futuro su constitución. Se distingue de los
modernos, en el siguiente punto crucial, el futuro llegó y no es el edén
esperado. Los ideales de progreso a toda costa, el devenir del futuro, se
convierte, en la Era de la Información y la Globalización, en un futuro que
deviene, pero también adviene, como esa misma locomotora del progreso, pero en
sentido contrario a nosotros, es decir en nuestra línea de colisión.
Los actores de la identidad Proyecto, ya no
solo se ocupan del mundo mejor, sino del mundo peor, para lo cual se valen de
todas las redes de información posibles. No sabemos aún si se tratan de redes
para el enredarse, como en un laberinto de telarañas pegajosas, o de redes
sobre las cuales saltar en caso de incendio, lo único cierto es que existen
redes, existen actores, y existen también peligros en ese futuro que, para ser
anticipado de manera verosímil, los actores que lo proyecten deberán atender en
todas sus variantes, desde las más deseadas a las más preocupantes, como por
ejemplo las consecuencias del Nuevo Régimen Climático sobre los entornos
humanos[7].
Sin dudas, el determinar los actores de la
Identidad Proyecto, de manera de poder generar los programas y conocimientos de
los Proyectos por venir, es una prioridad. En el artículo Circuits of Knowledge and Techniques, The Transnational Flow of
Planning Ideas and Practicies, la planificadora urbana británica Patsy
Healey procura aportar nuevas perspectivas teóricas sobre las políticas de la
generación del conocimiento proyectual en la actualidad, refiriéndose en
particular a las diferencias entre la Planificación Moderna Tradicional,
deudora del Racionalismo de la Arquitectura Moderna, con sus metodologías teleológicas lineales, y las nuevas teorías
de la Actor-Network Theory, del
filósofo y antropólogo Bruno Latour y la teoría del Interpretive Policy Analysis, debida esta última a diversos autores
–Fischer and Forester, Hajer y Wagenaar, etc.-.
Comenzando por la última teoría citada,
podemos entender que pone el acento no tanto en los nodos que componen las
redes, sino en las instituciones que, también como actores, hacen posible las
redes para el desarrollo de conocimientos proyectuales de carácter
transnacional. El trabajo sobre las instituciones, es fundamental, para
contrarrestar posturas aislacionistas que limitan la investigación, en momentos
donde los problemas culturales, ambientales y sociales trascienden fronteras.
¿Cómo delimitar políticamente un curso de agua que atraviesa diversos países?
¿Cómo delimitar una protesta mundial contra el abuso de la mujer? ¿Cómo
estudiar el problema de los entornos de trabajo, en las compañías
transnacionales?, etc. Así los actores sufren una transformación en el sentido
de la complejidad. Esa complejidad debe ser rastreada y de alguna forma re-delimitada,
aunque sea ardua la tarea. Solo así podremos diferenciar entre Identidades
Legalizadoras, con máscaras progresistas, de actores resistentes que anticipan
y participan activamente de los proyectos para sus entornos libres de
dominación.
La primer Teoría citada por Healey, la Actor-Network Theory –o Teoría del
Actor-Red en castellano-, pega realmente un salto a la red. Latour percibe la
dificultad en la identificación de los Actores sociales contemporáneos, debido
a la incidencia de las tecnologías, pero lejos de angustiarse, lo entusiasma.
Encuentra en las mismas redes un macro contexto de múltiples agenciamientos,
como materiales para que los mismos actores sean creativos, desde sus
asociaciones potenciales. Una sociedad, según Latour, es una red de
asociaciones diversas.
En su libro Cara a Cara con el Planeta – hoy
por hoy el último en castellano-, Latour insiste en un re-ensamble, entre
humanos y los no humanos, más específicamente el aire, los océanos, los ríos
contaminados, los glaciares, el clima en general, con el objeto de despertarnos
del sueño metafísico de un mundo ideal, de un mundo post-apocalíptico de
salvación, de manera de ponernos inmediatamente a proyectar el mundo
apocalíptico sobre el que aun pretendemos pavonearnos. Nos recuerda, por
ejemplo, que, si bien la virtualidad de las redes es desterritorializada, los
mega-servidores – grandes edificaciones llamadas comúnmente granjas- se
encuentran en territorios nacionales específicos. La información fluye a través
de los territorios, pero los nodos materiales que regulan tal fluidez poseen
sus terratenientes respectivos.
Los actores de la Identidad en red, proyectan sus
entornos con relativa independencia de las entidades regulatorias dominantes;
patrocinando políticas públicas innovadoras, proyectan y conquistan sus propios
ámbitos e instituciones, advirtiendo demarcaciones, prerrogativas y
temporalidades. Sus Proyectos Urbanos y Arquitectónicos, como de alguna manera
plantea Healey, reconocen una genealogía transnacional que nos acerca a las
soluciones que el planeta y las poblaciones necesitan en esta Era de la
Información.
En este sentido es importante el aporte de la
investigación presentada en el seminario: Exploraciones
virtuales y Territoriales en la Región Metropolitana de Buenos Aires 2000-2015[9],
dirigida por la Dra. Arq. Margarita Gutman, sobre anticipaciones urbanas
disciplinares y extra-disciplinares, donde además de un exhaustivo análisis de
diversos Planes Urbanos de carácter profesional, se indagan fuentes de
plataformas digitales donde se apuntan reclamos y propuestas de actores
externos a las profesiones académicas del proyecto y se exploran territorios no
visibles, que se encuentran por fuera de los mapeos virtuales –por ejemplo:
google earth-, mediante diversas técnicas de registro digitales alternativas.
Bibliografía:
Bibliografía
seleccionada para analizar en el seminario:
-
Castells, Manuel, “La Era de la Información: Economía,
sociedad y cultura. Volumen II: El poder de la identidad”, México D.F.,
Siglo XXI editores, 2001.
-
Healy, Patsy, “Circuits of Knowledge an Techniques: The Transnational Flow of
Planning Ideas and Practices”, en International Journal of Urban and
Reegional Reserch IJURR, Vol.37, Num 5, Septimbre 2013, pp. 1510-26.
Bibliografia
complementaria estudiada:
-
Deleuzez, Gilles y Guattari,
Felix, “Mil Mesetas, Capitalismo y
esquizofrenia”, Valencia, Editorial Pre-Textos, 1988.
-
Foucault, Michel, “Seguridad, Territorio, Población”,
Buenos Aires, editorial: Fondo de Cultura Económica, 2009.
-
Gutman, Margarita; Wainer, Laura,
“Anticipar no es Planificar. Derivas de los instrumentos de anticipación
disciplinar en la Región Metropolitana de Buenos Aires”, Paper presentado en
Untref, Congreso: “Articulación entre lo público y lo privado”, junio de 2016.
-
Margarita Gutman, Javier Nesprías,
Ximena Carla Puppo, "Entre lo
virtual y lo real. Exploraciones en el espacio público digital de conflictos en
el territorio de la Cuenca Baja del Matanza Riachuelo (2000-2015)".
Ponencia en 3° Congreso Internacional de Estudios Urbanos “Situación y
Perspectivas de la Vivienda y el Hábitat en Argentina y América Latina”,
organizado por Universidad Nacional de Quilmes, Universidad Nacional Autónoma
de México, y Universidad Nacional de General Sarmiento, abril 2017
-
Latour, Bruno, “Cara a Cara con el Planeta”, Buenos
Aires, Editorial Siglo XXI, 2017.
-
Latour, Bruno, “Reensamblar lo Social”, Buenos Aires,
Editorial Manantial, 2008.
-
Wagenaar, Hendrik. Philosophical Hermeneutics and Policy
Analisys: Theory and effectuations. https://es.scribd.com/document/92093799/Wagenaar-Philosophical-Hermeneutics-and-Policy-Analysis
-
Dibujo: Leandro Tomás Costa
[1] -Manuel Castells. La
Era de la Información – Volumen II, Siglo XXI editores, Mexico D.F.,
2001.
[2] -Multiplicidades
colectivas, como alianzas para determinadas acciones. Más información en: Deleuzez, Gilles y Guattari, Felix, Mil Mesetas,
Capitalismo y esquizofrenia, Pre-Textos, Valencia, 1988.
[3] Castells, Manuel. La
Era de la Información: Economía, sociedad y cultura. Volumen II: El poder de la
identidad. México D.F., Siglo XXI
editores, 2001.
[4] En “Seguridad,
territorio, población”, Michael Foucault dice que la soberanía del Estado es,
primero y fundamentalmente sobre la población.
[5] Castells, Manuel. La
Era de la Información: Economía, sociedad y cultura. Volumen II: El poder de la
identidad. México D.F., Siglo XXI
editores, 2001.
[6] -Castells, Manuel. La
Era de la Información: Economía, sociedad y cultura. Volumen II: El poder de la
identidad. México D.F., Siglo XXI
editores, 2001.
[7] -Más información
sobre dicho nuevo régimen en: Latour, Bruno. Cara a Cara con el Planeta. Buenos
Aires, Editorial Siglo XXI, 2017.
[8] Latour, Bruno. Reensamblar lo Social.
Buenos Aires, Editorial Manantial, 2008. Pág.:19
[9] Seminario de
Doctorado realizado en UBA /FADU – 1er cuatrimestre de 2017.