Al momento de comenzar a pensar esta nota[1],
la Argentina toda entraba en una cuarentena decretada por el presidente Alberto
Fernández, con el objeto, urgente y necesario, de detener el contagio y proliferación
exponencial, en el territorio nacional, del coronavirus covid-19, causante de
la primer gran pandemia del siglo XXI y de la era de la globalización.
Es este acontecimiento, considero, el inicio de la formación de una huella, en
el sentido derridiano, que se establecerá traumáticamente, en las memorias de
quienes sobrevivan.
Es, entiendo también, el momento del surgimiento definitivo
de lo que llamo un Nuevo Régimen Técnico, siguiendo la idea de un Nuevo Régimen
Climático[2]
del filósofo y sociólogo francés Bruno Latour. El Nuevo Régimen Técnico es,
sostengo, la contracara cibernética del Nuevo Régimen Climático, régimen mediante
el cual el planeta se afirma como actor, o actante, en la política de la
biosfera.
El Nuevo Régimen Climático de Latour es lo que resulta de
unas naturalezas no-humanas constreñidas y esclavizadas por los excesos de la
sobre explotación de los llamados recursos naturales (bióticos y abióticos), de
la aniquilación de las especies que condicionan el equilibrio biológico y climático
del planeta, equilibrio que permite la existencia de la vida terrestre. El Nuevo
Régimen Climático es una reacción.
El Nuevo Régimen Técnico, por su parte, es el resultado del
desarrollo de la Técnica Moderna[3]
y de su discurso superador, unificante y estratégico, correspondiente a la
tecno-ciencia de la cibernética. Las llamadas Tercera y Cuarta Revolución
Industrial, tan en boga, no son más que una avanzada en la constitución de una
sociedad cibernética. La sociedad cibernética del Nuevo Régimen Técnico se
juega y despliega en las dimensiones físicas del planeta, y en las metafísicas
de la cultura económico-política de la globalización.
Recordemos siguiendo a Karl Von Clausewitz[4]
que la guerra es la continuación de la
política por otros medios. Así la lucha abierta entre regímenes ha
comenzado. Hasta ahora las luchas se dieron en territorios relativamente
acotados, regiones continentales como mucho. Hoy la lucha es mundial, o global,
como quieran llamarla.
El auge de un mundo cibernético de extensión planetaria que,
desde la caída del muro de Berlín, parece imparable, tiene hoy su contrapartida
con un virus, en principio, y solo en principio, no informático. Globalización,
la correspondiente ahora a esta pandemia que, tácticamente, progresa utilizando
en gran medida los medios de la globalización económico-política de los seres
humanos.
En principio puedo imaginar una meseta inicial, una primera
paz armada, donde la globalización pandémica gana el espacio abierto, la
exterioridad atmosférica, incluso la otrora espacialidad pública, para luego
amainar su potencia. El Nuevo Régimen Técnico, por su parte, mantendría unas
espacialidades cerradas, auto-inmunológicas en tanto distanciamientos entre
naturalezas humanas, aunque vinculadas técnicamente, controladas por la
cibernética.
El Nuevo Régimen Climático de las naturalezas, o de “La Naturaleza”,
como se la llamaba, detendrá en algún momento el ataque, quizás hasta deje
salir de sus cuevas a un ser humano empequeñecido ahora, aunque reforzado tecnológicamente,
pero ¿por cuánto tiempo? Creo que es momento de buscar seriamente a paz con el
planeta. Es momento de que limitemos o, mejor dicho, desterremos nuestro ego,
nuestro egoísmo, nuestra crueldad y nuestros excesos. Es momento de una nueva
política. Recordemos a Foucault[5]
quien dijo, dando vuelta la frase de Clausewitz, que la política es la
continuación de la guerra por otros medios.
Mg. Arq. Leandro Tomás
Costa
[1] La
nota se adjunta al texto final de la tesis doctoral: Arquitectura
Infraestructural Habitacional, para la Tercera y Cuarta Revolución Industrial. Dirigida
por la Dra. Arq. Liliana Giordano. Autor Mg. Arq. Leandro Tomás Costa.
[2] Latour, B.
(2017). Cara a Cara con el Planeta. Buenos
Aires: Siglo XXI
[3] Heidegger,
M. (1997). Filosofía, Ciencia y Técnica. La pregunta por la Técnica. Santiago
de Chile: Universitaria.
[4]
Clausewitz, K. (2005). De la guerra.
Buenos Aires: ensayos agebe.
[5]
Foucault, M. (2010). Defender la sociedad.
Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
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