jueves, 4 de abril de 2019

SUPERPOBLACIÓN Y HÁBITAT INTEGRAL - ARQUITECTURA REPLICANTE. EN LA TERCERA Y CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL.




Autor: Mg.Arq. Leandro Tomás Costa

LA ESCASEZ.

El desarrollo de la arquitectura moderna se ha relacionado, históricamente, con las sucesivas revoluciones industriales. Ahora nos encontramos en el umbral de la Tercera y Cuarta Revolución Industrial, y la arquitectura, como corpus disciplinar, es requerida por solicitaciones y finalidades impuestas desde los actores de poder; solicitaciones y finalidades que requieren ser meditadas de manera urgente, en cuanto sus sentidos, oportunidades y riesgos.

El economista y sociólogo norteamericano Jeremy Rifkin y el economista alemán Klaus Schwab, son los teóricos de la nueva revolución industrial. Rifkin propone la tercera, mientras Schwab conjetura la cuarta. Ambos coinciden en ver en la Técnica una fuerza capaz de profundas transformaciones sociales y de los ámbitos humanos. Rifkin define de manera clara lo que una Revolución industrial es, en términos técnicos. Dice Rifkin:

“… de mis investigaciones he deducido que las grandes revoluciones económicas de la historia acontecen allí donde convergen unas nuevas tecnologías de la comunicación con unos nuevos sistemas energéticos.”[1]

A partir de dicha convergencia es posible fundamentar la génesis de verdaderas invenciones DE arquitectura, en cuanto nodos (equipamientos arquitectónicos habitacionales, industriales, para el transporte, etc.), vinculados por el florecimiento de las vías de comunicación terrestres, aéreas, materiales e informacionales.

La historia advierte también, una relación condicionante entre Revolución Industrial y la densificación de las metrópolis, no solo con humanos, sino con objetos técnicos, como los llamó el filósofo francés Gilbert Simondon, para quien ambos, humanos y entidades técnicas, evolucionaron juntos desde el paleolítico a la actualidad. Nos indica igualmente, acerca del crecimiento de la población humana mundial, a partir de condiciones de vida mejores gracias a la Técnica, Técnica que Heidegger, quizás su filosofo más relevante, llamó Moderna, una Técnica cuya esencia es, precisamente, des-ocultar las energías presentes en la naturaleza (incluyendo la humana), es decir, disponerlas para la industria y la economía mundial.

Para el filósofo alemán Peter Sloterdijk , quien continúa críticamente el pensamiento de Heidegger, la Técnica Moderna es, asimismo, una ideología de la producción no reproductiva, es decir del consumo de materias no renovables y de la transformación progresiva de las renovables, en no renovables.  Esa ideología, según Sloterdijk, se traslada, en esta era de la globalización, la información y el consumo individuales, a los modos de habitar de las poblaciones metropolitanas, como instrucciones de comportamiento social, sin socialización, afectando tanto a las comunidades por fuera de la sociedad del consumo y sus espacialidades, como a los que creen imperar en dicha sociedad y espacios.

Slotedijk concibe una teoría que denomina antropotécnica, como aquella política ancestral y compleja, de la generación de islas humano-técnicas para la incubación biológica y cultural de los humanos, por los humanos, en hábitats integrales. Aquellos hábitats antropotécnicos, requieren hoy, más que ayer, de entidades técnicas complejas, abúndate cantidad de materias primas y energía, por eso cuando Sloterdijk define a nuestro momento histórico como el umbral de la era Post-fósil[2], es decir de la escasez del petróleo como fundamento material de la sociedad de consumo, reclama un urgente desarrollo tecnológico, para nuevas instancias de abundancia, que garanticen la supervivencia de la población humana en el planeta.

ABUNDANCIA.

La teoría de la Tercera Revolución Industrial es una propuesta para un mundo en crisis por la escasez de petróleo y los desastres socio-ambientales, que deberá ser rescatado por las tecnologías cibernéticas gestionadas en red, las tecnologías para la producción de energías renovables y la fabricación digitalizada de bienes, en forma distribuida y colaborativa.

Rifkin solicita una Arquitectura, como nodos de una infraestructura mundial, donde cada edificio se comporte como un soporte de tecnologías para la producción de energía renovable. Esto haría de las ciudades, entidades potencialmente autosuficientes, desde el punto de vista energético, lo cual mejoraría, sensiblemente, los niveles de la llamada huella ecológica.
Por su parte, Klaus Schwab sostiene que nos encontramos en el inicio de una Cuarta Revolución Industrial cualitativamente distinta de la Tercera Revolución Industrial, aunque relacionada. De lo estudiado acerca de esta teoría interpretamos y proponemos, que dicha diferencia estribaría en el desarrollo de la Inteligencia Artificial, como un factor y actor, que acelera exponencialmente los desarrollos técnicos, haciendo más eficiente, económica y compleja, a la producción industrial.
Para Schwab, la Cuarta Revolución Industrial se caracteriza por disrupciones continúas debidas a la interacción de los mundos físico, digital y biológico, a través de la generación de información. Dichos desarrollos tecnológicos devienen metamorfosis radicales del mundo, que tornan inciertas a las condicionantes del proyecto arquitectónico, por lo que Schwab solicita una Arquitectura de alta densidad y concentración, que, haga lugar a dicha incertidumbre, mediante configuraciones de los ámbitos que le permitan mutar en el tiempo.

EL PELIGRO.

Tanto Rifkin como Schwab coinciden en un pronóstico según el cual es probable un aumento de la Superpoblación mundial como efecto de la expansión económica de la nueva revolución industrial.
Para Rifkin, la abundancia en la Tercera Revolución Industrial requiere de recursos de todo tipo. Algunos, como la energía solar, son recursos renovables relativamente fáciles de conseguir, otros, como los alimentos, el agua, y el espacio habitable, dejan de serlo ante el fenómeno de la Superpoblación.
Por su parte, Klaus Schwab, considera que la Superpoblación se vinculará además con el problema del envejecimiento creciente de la población mundial, es decir de la longevidad extendida debido a los desarrollos biotecnológicos.
En 1968, el biólogo y demógrafo norteamericano Paul Ehrlich, desarrolló una teoría y una fórmula (I= PAT) para medir el vínculo entre Superpoblación, Tecnología, y el Impacto sobre el Ambiente, en su libro “La Explosión Demográfica”, cuya tesis sostiene que la Superpoblación es el origen del gran problema ecológico planetario, solo resoluble mediante un control mundial de la natalidad, idea aún vigente en los círculos de poder mundial, que iguala, sostenemos, injustamente, responsabilidades entre los pueblos ricos y pobres del mundo.
La ecuación, I (Impacto)= P (Población) x R (Riqueza) x T (Tecnología) demuestra, según Ehrlich, que la población y el control de natalidad es la clave para el problema de la Superpoblación, pues, aunque mejoren circunstancialmente los coeficientes de Riqueza y Tecnología, con una Población Mundial en crecimiento exponencial, el impacto sobre el ambiente planetario y su suelo, seguirían la misma trayectoria.
Un sentido común nos dice que, a mayor densidad, mayor Superpoblación, sin embargo, Ehrlich, diferencia claramente ambos conceptos. Superpoblación sería la relación entre el número de personas que habitan una zona, con la Capacidad de Carga de dicha zona, es decir la disposición de un ambiente y sus dominios asociados, para admitir las actividades del grupo humano que lo habita. Una ciudad como New York, con alta densidad promedio y gran consumo de toda clase de materias y energías, puede no tener Superpoblación, aunque sin dudas potencia el efecto de Superpoblación en numerosas regiones del mundo, más allá de las fronteras nacionales.
Ehrlich, representa a las ciudades como ineficientes e insalubres terminales de consumo energético y materias primas, pero ¿Qué sucedería si pudiésemos densificar a las ciudades y resignificarlas como hábitats integrales auto-suficientes, es decir capaces de producir y reciclar sus propias energías y materiales? ¿Cómo deberían ser las cualidades de las infraestructuras arquitectónicas habitacionales, que tanto Rifkin y Schwab, como Peter Sloterdijk solicitan, para que dicho hábitat integral se distribuya equitativamente y con justicia social entre las poblaciones? ¿Cómo podría la Tercera y Cuarta Revolución Industrial, en cuanto nuevo modo de producción, contribuir al desarrollo de una nueva arquitectura y una nueva política de la arquitectura en el sentido de las preguntas anteriores?

LOS LIMITES.

A partir del estudio de las teorías de la Tercera y Cuarta Revolución Industrial surge, como información significativa el problema de la Superpoblación, por lo tanto resumimos lo que sigue: El límite y riesgo de la Tercera y Cuarta Revolución Industrial, como nuevo período de crecimiento económico mundial y poblacional, es la Superpoblación y sus potenciales efectos ecológicos y sociales colaterales, dado el contexto de una sociedad de consumo globalizada que tiende a la concentración de la riqueza y a la exclusión de las masas poblacionales que se encuentran por fuera de dicha sociedad.

Por lo tanto, proponemos el siguiente enunciado de investigación y proyecto: El límite a la Superpoblación, la sobre explotación del suelo terrestre y la exclusión socio-espacial, como efectos del desarrollo de la Tercera y Cuarta Revolución Industrial, es la ciudad densificada y resignificada, como un Hábitat Integral autosuficiente mediante una arquitectura infraestructural habitacional ,producto también de los avances de dicha nueva revolución industrial, que permita replicar las potencialidades del suelo y la cultura, mediante la distribución, con justicia social, del hábitat, las energías y la materia.

IMPORTANTE I: Este escrito es un resumen preliminar del estado del arte correspondiente a mi Tesis Doctoral: Una Revolución Espacial. Arquitectura Infraestructural Habitacional para la Tercera y Cuarta Revolución Industrial.

IMPORTANTE II: Este texto fue presentado (en versión del idioma inglés) y, lamentablemente, rechazado por las autoridades del SIGRADII, para el Congreso de 2019. Queda totalmente prohibida la reproducción, copia y plagio de las ideas aquí relacionadas, desarrolladas y construidas.








[1] Rifkin, J. (2011).  La Tercera Revolución Industrial. Buenos Aires: Paidós. Pág.:14
[2] Sloterdijk, P. (2007). En el mundo interior del capital. Para una teoría filosófica de la globalización. Madrid: Siruela.

No hay comentarios: